Nuestra tierra ha estado ligada al pastoreo desde que sus ancentrales habitantes se asentaran en esta zona para crear los primeros poblados de civilización, incluso tenemos una especie de oveja autóctona, la oveja Latxa. Un respetado animal que ha dado origen a nuestro queso Idiazabal, patrimonio gastronómico europeo y, por qué no decirlo, uno de los mejores quesos que nos hemos llevado a la boca.

Elaborado con la leche cruda del animal, Idiazabal es un queso de textura elástica y olor penetrante que recuerda al cuajo de la leche de oveja con algunas notas picantes, ácidas y ahumadas que no dejan indiferente a ningún comensal. Es muy común encontrarlo en nuestros mercados y restaurantes, junto a otros productos autóctonos.

Un poco de historia

El origen de nuestro queso más internacional está en los paisajes que visten de verde nuestro entorno, un entorno en el que apenas en ocho mil años los pastores vascos han creado y criado razas de oveja autóctonas con las que se elabora este manjar lácteo.

Ya en el neolítico, pastores y queseros vascos seguían las rutas que determinaban las estaciones de año, aprovechando los pastos de altura en primavera, verano y otoño, y los valles más profundos en invierno.

Una forma de pastoreo ancestral que ha perdurado hasta nuestros días y que respeta el medio ambiente ayudando a preservar el hermoso paisaje de nuestro entorno natural.

La oveja Latxa

La raza Latxa de oveja es una de las más primitivas de las razas ovinas de nuestra península. “Latxa" en euskera significa “basta”, adjetivo que adquiere por su lana burda y densa de fibras gruesas.

Se mueve por los montes con gran agilidad y está perfectamente adaptada a los abruptos terrenos por los que pasta, y su densa lana la protege de la lluvia.

Hoy en día ocupa principalmente los terrenos del noroeste de Navarra, Gipuzkoa, este de Bizkaia y noreste de Araba. Zonas en las que se elabora este queso con Denominación de Origen.

La Denominación de Origen

Este exquisito queso consiguió su Denominación de Origen en el año 1987, con el objetivo de proteger a los auténticos elaboradores artesanos del queso Idiazabal y garantizar su origen y su calidad.

Si queréis saber más podéis hacer una visita al Ecomuseo del pastoreo en Erraizabal, para descubrir no solo la historia de este sabroso lácteo, sino también para experimentar su elaboración artesanal de cerca.

Sabemos que ya lo habéis probado, así, solo o con un txakoli, pero si os animáis a degustar este queso de una forma diferente, en la web oficial del Queso Idiazabal podéis encontrar varias recetas para chuparse los dedos. Y dicho esto, ¡qué aproveche!

Imagen de portada vía El Viajero (El País)