Ya llegan! ¡Ya están aquí! ¡Empieza la cuenta atrás! En unos días empiezan los Sanfermines; entre el 6 y el 14 de julio se celebra una de las fiestas más conocidas del mundo.
Las fiestas por excelencia de
Pamplona con sus famosísimos y peligrosísimos encierros y sus nueve días ininterrumpidos de juerga.
Las fiestas se celebran en honor a un santo católico, San Fermín. Por eso los corredores del encierro le cantan cada día antes de la carrera y se celebra una gran procesión el día 7 de julio desde las 10.00 de la mañana por el casco viejo.
Los San Fermines que conocemos hoy en día son el proceso de una evolución histórica de una fiesta cuyos orígenes se remontan hasta la Edad Media. Aunque las celebraciones son mucho más que los encierros, éstos junto con el ‘pañuelico rojo’ son lo más representativo de la fiesta.
Los encierros
El origen del encierro se remonta al siglo XIV, cuando los toros eran trasladados del campo al centro de la ciudad para la lidia. En aquella época, en vez de ir delante de los animales, los hombres corrían detrás y al lado. No fue hasta mediados del siglo XIX cuando se estableció el recorrido de hoy en día y correr por delante de los toros.
Los encierros consisten en un recorrido de 875 metros por el casco viejo de Pamplona delante de seis toros salvajes y seis cabestros que guían a la manada por el recorrido que culmina en la plaza de toros. Todos los días desde el 7 de julio hasta el 14 de julio a las 8 de la mañana este espectáculo, que no suele durar más de 3 minutos, mantiene en vilo tanto a los espectadores que lo ven a través de la televisión como a las personas que están observándolo a lo largo del recorrido. Pero los que seguramente más disfruten y, en ocasiones sufran, son los valientes que se atreven a correrlo.
El ‘pañuelico rojo’
Según el ex-párroco de la Iglesia de
San Lorenzo de Pamplona, que es donde se encuentra la capilla en honor a San Fermín, Jesús Labari -ya fallecido-:
“No se sabe a ciencia cierta y con hechos probados el momento en el que se comenzó a usar el pañuelo, pero sí conocemos sus motivos. Para las ceremonias religiosas en honor a un santo, si éste ha sido mártir y ha muerto por sus creencias, los sacerdotes nos vestimos de rojo. En el caso de las fiestas en honor a San Fermín así lo hacemos porque sufrió martirio y lo del pañuelo rojo es una interpretación de la gente de esta costumbre religiosa.”
La tradición dice que lo puedes llevar anudado al cuello siempre y cuando duren las fiestas, por eso durante el txupinazo la gente lo lleva atado en la muñeca, en el bolsillo o en la mano y lo exhibe al aire hasta que se inauguran las fiestas con el conocido “Viva San Fermín, Gora San Fermín”. Es entonces cuando todo el mundo se lo anuda al cuello y empieza la fiesta.
‘7 de julio, ¡San Fermín!’
Curiosidades
- El cohete que se lanza desde el balcón del Ayuntamiento mide 1,20 metros y hace, al lanzarse, un ruido de 133 decibelios (el mismo que el de un avión a reacción en el momento de despegar).
- La población de Pamplona durante esta semana de fiestas pasa de 190.000 habitantes a más de 2.000.000 de personas.
- En Nueva Orleans (EEUU) celebran sus propios Sanfermines.
- Los primeros Sanfermines, que datan de la Edad Media, comenzaban el 10 de octubre, coincidiendo con la entrada del obispo San Fermín en Amiens, pero un año llovió tanto que la fiesta se movió al 7 de julio y se mantuvo.
- Ernest Hemingway marcó el camino hacia Pamplona a muchas personas con su obra The Sun Also Rises, como también lo hizo James Michener con The Drifters. La atracción de esas historias siguen en vigor y muchas personas acuden a Pamplona movidos por la literatura de estos dos genios de la escritura.
¿Os llevamos? ; )